En la que está considerada como la sesión parlamentaria más larga de la historia de Brasil, un total de 249 diputados tuvieron la intención de discursar, sin embargo, debido a la extremada lentitud del proceso finalmente solo 119 de ellos lograron dirigirse a la nación siendo que el resto decidieron optar por no hablar con el objetivo de acelerar el proceso.
El proceso de votación seguirá el método empleado por Cunha mediante el cual los diputados del primer estado del Norte votarán seguidos de los diputados de un estado del Sur, así alternativamente hasta completar los 26 estados de la federación, una situación que claramente beneficiará a los partidarios del impeachment ya que los estados más poblados y ricos del sur acumularán más votos en un primer momento.
Con esta técnica Eduardo Cunha pretende presionar a los más de 38 diputados indecisos que podrían decantar la votación para cualquiera de los dos lados, sin embargo, según los cálculos del diario brasileño O Globo, la oposición habría conseguido en estos momentos asegurar 348 votos a favor del proceso por 127 en contra, suficiente para llevar el proceso al Senado.