Ya a primera hora del día, la Central Única de Trabajadores (CUT), la mayor central sindical de Brasil, había cumplido sus amenazas de paralizar el país mediante varios actos de protesta en las carreteras de las ciudades de Sao Paulo y Salvador de Bahía, un anticipo de lo que podría ocurrir en caso del 'impeachment' a Rousseff el próximo domingo.
Ya en Salvador de Bahía, dos millones de personas se vieron afectadas por la huelga en el sector del transporte en autobús, que dejó 2.700 autobuses parados a primera hora del día obligando al Ayuntamiento de la principal ciudad del Nordeste de Brasil, principal reducto del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, a facilitar una flota de 300 microbuses y 1.300 furgonetas con las que aliviar la situación.
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Cabe recordar que el pasado 12 de abril, en declaraciones a Sputnik Nóvosti el director ejecutivo de la CUT, Júlio Turra, anticipó que la central sindical efectuaría "fuertes movilizaciones" para este viernes: "Habrán actos de paralización y bloqueo de autopistas y avenidas, nos estamos movilizando para luchar contra el 'impeachment' y que los diputados indecisos tomen una posición".
"No tengo ninguna duda de que se trata de un golpe y de que se utilizó la operación Lava Jato para alcanzar al PT: se trata de una operación judicial policial que oculta los intereses de los grandes empresarios", concluyó el sindicalista quien aprovechó para advertir sobre los efectos negativos que la caída de Rousseff tendría para los derechos conquistados en los últimos 12 años por los trabajadores brasileños.