Los mandatarios han lanzado con ese evento el Año Dual de Alemania y México, con el cual buscan "consolidar la relación estratégica bilateral", dividida en tres grandes sectores: comercio, industria y turismo; educación, ciencia e innovación; y artes e industrias creativas.
Peña acudió, acompañado de su esposa, Angélica Rivera, al Palacio de Bellevue, donde fue recibido por el presidente alemán, donde pasaron revista a una guardia de honor.
El producto interno bruto alemán asciende a 3,4 billones de dólares, es decir, tres veces el de México, con 1,16 billones de dólares; y la relación comercial es de 15.759 millones de dólares, a favor de Alemania, hacia donde México exporta 3.510 millones de dólares, e importa 13.974 millones de dólares.
Alemania es el sexto socio inversionista de México, con una inversión directa de 11.225 millones de dólares de más de un millar de empresas, lideradas por Volkswagen, Audi, BMW, Continental Tire, Daimler, Bayer y BASF.
Los presidentes acordaron fortalecer la cooperación bilateral entre México y Alemania, y los intercambios de mejores prácticas en materia cultural, científica y –de manera notable- de Estado de Derecho.
Dos culturas
En el museo Martin-Gropius-Bau de la capital alemana, los mandatarios inauguraron una exhibición de la cultura maya prehispánica, que se estableció hace más de 3.000 años en el sur de México y Centroamérica, donde alcanzó un esplendor en su periodo clásico, entre los Siglos III y X de la era actual, unos 500 años antes de la llegada de los conquistadores europeos en el siglo XVI, cuando las grandes ciudades mayas ya habían sido abandonadas siglos antes, en uno de los mayores misterios de la arqueología.
La exposición de Los Mayas sigue la ruta de “una civilización admirada en el mundo por sus grandes avances técnicos, astronómicos y arquitectónicos” con 300 piezas, algunas con más de 2.000 años de antigüedad, creadas en ciudades, como Calakmul, Chichen Itzá, Palenque y Uxmal.
Peña dijo que ambos países trabajan “para construir armonía, fraternidad, solidaridad, en favor de las grandes causas de la humanidad”.
El mandatario mexicano recordó que la exposición ha sido abierta a unos metros “de lo que fuera el antiguo Muro que estaba situado aquí, en Berlín, y que dividía a un pueblo”.
Sin embargo, dijo el líder latinoamericano, “el peso de la razón y del desarrollo social hizo posible que fuera derruido y nuevamente se unificara esta gran nación alemana”.
Peña Nieto y Gauck encabezaron una reunión con sus comitivas, después de visitar el Monumento de las Víctimas de la Guerra y la Tiranía, donde depositó una ofrenda floral ante la estatua La Pietá Kollwitz, una madre abrazando a su hijo muerto, que simboliza el sufrimiento de los berlineses durante la Segunda Guerra Mundial.