Cuba se ha convertido en un codiciado destino turístico tras el deshielo de las relaciones diplomáticas y económicas entre el país y Estados Unidos. Sin embargo, las neveras de cerveza vacías en bares y gasolineras cubanas, así como las "desaparecidas" famosas marcas nacionales Cristal y Bucanero, muestran que la isla está lejos de satisfacer la creciente demanda y el auge del turismo provocado por una promoción desmesurada del país caribeño en EEUU.

"Se hace necesario construir una nueva planta para cubrir estas demandas de la economía", afirmó Mayle González, ejecutiva de ventas de la compañía.
Cientos de turistas llegarán a Cuba en un crucero procedente desde Miami el mes próximo, en el primer viaje de ese tipo desde la aplicación del embargo de Estados Unidos sobre la isla tras la revolución de 1959 de Fidel Castro. El creciente arribo de turistas ha disparado la demanda de servicios turísticos adecuados.
Los negocios privados, como los restaurantes familiares o "paladares", que atienden tanto a turistas como a cubanos, han florecido en la isla desde que el presidente Raúl Castro empezó a implementar una serie de reformas económicas para levantar ciertas restricciones. Sin embargo, siguen siendo insuficientes.
"Ya perdí la cuenta de los días que llevamos sin cerveza. Imagínate una sola fábrica para todo el país", afirma la dependiente de un establecimiento cubano, citada por los medios del país.