A favor de la decisión, que la web eclesiástica califica de “histórica”, votaron 88 de los 115 miembros del Sínodo. Para celebrar matrimonios homosexuales, será necesario adoptar una nueva liturgia, previsiblemente en enero de 2017.
El comunicado oficial reconoce, sin embargo, que las uniones homosexuales y los matrimonios de parejas del mismo sexo son una cuestión que la Iglesia de Noruega después de varios estudios y largas discusiones no ha logrado consensuar.
Los sacerdotes tendrán la libertad de elegir si desean celebrar matrimonios homosexuales o interceder por un matrimonio civil entre personas del mismo sexo, según el comunicado. Otros clérigos también deben tener una oportunidad similar de no participar en la acción de la Iglesia.
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, celebró la decisión del Sínodo.
"La Iglesia debe ser para todos. Una decisión histórica", escribió Solberg en su página de Facebook cuya foto de portada luce en estos momentos la bandera arcoiris del colectivo LGBT.
Noruega legalizó matrimonios civiles entre parejas del mismo sexo en 2009. También permiten a homosexuales adoptar niños y ordenarse como sacerdotes.