El político alemán Willy Wimmer, exvicepresidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE y uno de los participantes del foro, se quejó de que Rusia careciera de una idea nacional.
Como Wimmer habló en alemán, Putin empezó a traducir sus palabras para el público ruso presente.
El propio exvicepresidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE opinó que este episodio es digno de ser incluido dentro del libro Guinness de los récords, en tanto que nunca en la historia un mandatario ha ejercido como intérprete.