A principios de mayo, el club de motero más conocido de Rusia, Los Lobos de la Noche, celebrarán el Día de la Victoria con un recorrido por Europa denominado "Los caminos de la Victoria hacia Berlín".
"Este año va a ser una columna numerosa, y todos llevaremos las visas Schengen", anunció Andréi Bobrovski, uno de los miembros del club, aludiendo al incidente del año 2015, cuando los guardias fronterizos polacos se negaron a que los participantes del recorrido en conmemoración de los 70 años de la Victoria entraran en su territorio. A algunos de los ciclistas también les negaron la visa para cruzar por la frontera alemana.
"El año pasado, a causa de unos obstáculos inventados, los servicios patrulleros no dejaron de detenernos para el registro de pasaportes, nos mandaron por unas carreteras rurales, por lo que la columna llegó a la ciudad alemana de Torgau con seis horas de retraso. Se hizo de noche, y pensamos que la gente que nos esperaba ya se había ido. Pero nos dieron la bienvenida unas decenas de personas con velas", recordó el organizador de la acción de 2016.
Bobrovski señaló que los moteros no tienen miedo a las dificultades, aunque están avisados de las posibles provocaciones.
"La última vez demostramos que la nuestra es una misión pacífica. La verdad es que después de la conferencia de prensa en Moscú en torno al futuro recorrido, en Polonia volvieron a publicarse artículos provocativos. Nos demonizan, pero en vano. Se sabe cómo tratan a los moteros rusos en realidad, no solo nuestros colegas del club de Katyn, sino el público polaco, checo, eslovaco, austriaco y alemán. Nos dan una cálida acogida por todas partes tanto los ciclistas, como los admiradores que llegan en coches con sus familias".
Se estima que este año a los 40 moteros rusos se le sumirán al menos cien europeos. Según afirmó Bobrovski, no pretenden "traumatizar" a las autoridades locales con un simbolismo ruso excesivo, pero la bandera de la Victoria sí que la llevarán.
"No son temidos los moteros, sino que la verdad que promovemos. Todos verán que venimos en paz, no para la guerra, con la mano de amistad extendida a nuestros vecinos europeos. Eso rompe los estereotipos de Rusia divulgados por los medios locales", concluyó.