"Cuando nuestro país se encontraba en una situación muy complicada y estaba en ruinas, a todo el mundo le gustaba enviarnos patatas y dictar lo que consideraban conveniente, para utilizarlo en su propio beneficio (…). Todo empezó por Yugoslavia, cuando los medios occidentales atacaron a Borís Yeltsin tras el anuncio del rechazo del bombardeo de Belgrado", recordó Putin.
Asimismo, el presidente recordó la posición de la Federación de Rusia sobre la situación en Ucrania y el deseo de los residentes de Crimea de reunirse con Rusia. Putin también mencionó el tema de la no extradición de Edward Snowden.
"Nuestros socios están acostumbrados a un monopolio en el ámbito internacional y no quieren considerar otra cosa. Pero los últimos acontecimientos en Siria han demostrado que Rusia puede resolver problemas no solo a su lado, sino también lejos de sus fronteras. Nuestra economía se ha vuelto más independiente, más autosuficiente, la capacidad de las Fuerzas Armadas ha crecido varias veces. Pero a los socios les preocupan la unidad y la solidaridad del pueblo ruso. Quieren agitarnos desde dentro y peinarnos como quieren. La forma más fácil es crear desconfianza en la sociedad, indisponer a uno contra el otro", afirmó el líder de Rusia.
Putin mencionó el ejemplo de la propaganda de los medios extranjeros sobre su implicación en el escándalo de los Papeles de Panamá.
"Su humilde servidor no figura allí. Encontraron a algunos de mis amigos, hurgaron algo y lo pegaron. Pero la foto de su servidor está en el primer plano", señaló Vladímir Putin.