Zimbabue, la antigua colonia británica de Rodesia del Sur, cuya independencia fue reconocida en 1980, se ubica al sur del continente africano. Durante las primeras décadas de su funcionamiento como estado independiente, el país demostró un buen desempeño económico pero desde los años 90 empezó un proceso de hiperinflación que resultó en los impresionantes índices de 2008: en noviembre de ese año la tasa de inflación anual alcanzó los 89 mil trillones por ciento, es decir, los precios se duplicaban cada 24 horas. Desde entonces, el país busca recuperarse, aunque sigue entre los países más pobres del mundo.
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Desde 1987, el mandatario de Zimbabue es Robert Gabriel Mugabe. Mientras su país se enfrenta a difíciles problemas, el mandatario celebró su cumpleaños el pasado febrero a todo dar.
La celebración causó indignación en la oposición del país. Ellos declararon que, tomando en cuenta la situación actual de Zimbabue, tal fiesta fue un insulto a sus habitantes.
A pesar de eso, el mandatario permanece en el poder y a su edad ha declarado que no piensa renunciar. Mugabe quiere participar en las elecciones presidenciales de 2018 y habla de su intención de quedarse en el puesto para siempre.
"¿Para qué un sucesor? Yo todavía estoy aquí. ¿Para qué ustedes quieren un sucesor? Yo no he dicho que sea candidato al retiro", declaró Mugabe en una entrevista citada por Reuters.
"Me siento feliz porque me estoy acercando a la edad que quiero. Saben que quiero cumplir 100 años. Entonces, todavía me faltan 8", añadió.
Pero uno de los incidentes más excéntricos del presidente, fue su propuesta al líder estadounidense, Barack Obama, en referencia a la legalización de los matrimonios homosexuales en el país norteamericano en 2015.
"Si el presidente Obama apoya a las uniones gay y defiende a los homosexuales estoy listo, de ser necesario, para ir a Washington, ponerme de rodillas y hacerle una proposición", comentó.
Este ha sido un tema controversial para el singular mandatario. En 2012, en declaraciones públicas, Mugabe rechazó los llamamientos a respetar los derechos de los gays del primer ministro británico, David Cameron, mandándolo "al infierno".
La figura de Robert Mugabe sigue causando polémica. A pesar de todas estas contradicciones, dispone de un gran apoyo por parte de los zimbabuenses.