"La parte armenia dispara contra poblados para compensar sus bajas en la línea de separación en Karabaj. A pesar de las reiteradas advertencias, el bombardeo continúa. El ministro de Defensa de Azerbaiyán dará la orden de asestar fuertes golpes de artillería a las posiciones armenias en Khankendi y otros distritos si no dejan de disparar contra poblados", dijo el portavoz del departamento militar, Vagif Dargahli.
Los combates a gran escala que se reanudaron en Nagorno Karabaj el 2 de abril representan la mayor espiral de violencia desde que el conflicto entró en fase latente hace más de dos décadas.
Cada parte en conflicto desmiente en términos categóricos las numerosas bajas que le atribuye la otra.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas, en su primer informe sobre Karabaj correspondiente al 3 de abril, indica que la escalada de violencia causó al menos 33 muertos el pasado sábado y, según fuentes no oficiales, más de 200 heridos.
También señala que en la zona del conflicto viven unas 150.000 personas que corren el riesgo de verse desplazados, si se intensifican las hostilidades.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, en 1992 se instituyó el Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial; por su parte, Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj que no es parte de las negociaciones.