El policía encontró a la joven de 11 años junto con su madre dentro de un vehículo sospechoso, al que decidió inspeccionar.
Después de una charla, se enteró de que la familia no tiene hogar y que vive en el coche. Para ayudarles a encontrar vivienda, los policías contactaron a la Homeless Task Force —organización encargada de conseguir asilo para personas en la calle—.
Mientras ellos estaban esperando la respuesta de la institución, uno de los patrulleros decidió entretener a la joven jugando con ella a la rayuela.