Durante muchos años, la Casa Blanca ha buscado "socios" eficaces en Siria y ha pedido la salida de Asad del poder, escribió LAT. Por tal razón, es muy difícil para Washington admitir el éxito alcanzado por el ejército sirio y sus aliados, entre los que se encuentran Rusia e Irán, en la lucha contra Daesh.
La elaboración de su política con relación a Siria de aquí en adelante es una paradoja para el gobierno americano. Washington busca debilitar al gobierno de Asad, pero no tanto como para dar fuerzas a Daesh y a otras facciones militantes que surgieron desde el inicio del conflicto sirio. Oficiales de EEUU informan que su objetivo al ayudar a las facciones rebeldes no es derrocar Asad violentamente, sino forzar a su gobierno a hacer concesiones que por consiguiente lo harán dejar el poder, informó el periódico.