Una circular de la Comisión Militar Central, en cuya cúspide se coloca Xi, anunció la prohibición que deberá tener efectos plenos en tres años, según la agencia de noticias Xinhua.
La nueva normativa se refiere a hospitales, hoteles u otros servicios que se ofrecen al público y que no suponen un riesgo a la seguridad nacional.
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Gong Fangbin, profesor en la Universidad de Defensa Nacional del ELP, dijo que esos servicios deberán ser ofrecidos a partir de ahora por organizaciones sociales.
"Los servicios remunerados a veces conducen a la corrupción y los militares deben concentrarse en la defensa nacional", declaró al diario Global Times.
La normativa aprobada elimina también las excepciones, obliga a detener los proyectos en negociación y a no renovar los contratos que expiran.
Un editorial publicado en la prensa en el Diario del PLA asegura que el sector debe centrarse en ganar guerras.
"Los beneficios económicos distraen a los militares de mejorar sus capacidades de combate", sostiene.
Entre las reformas planeadas también figura el despido de 300.000 soldados de los 2.300.000 actuales, lo que generó inquietud en el ejército.