El acuerdo, negociado durante ocho años, busca liberalizar el comercio de sectores como las compras gubernamentales, internet, cultura, ambiente, propiedad intelectual, inversiones y acceso a mercados, entre otros.
En opinión del Figueroa, Chile se verá perjudicado por las reglas de propiedad intelectual del TPP, por las restricciones que establece la soberanía nacional por medio de la entrega a la empresa internacional de facilidades para demandar a los Estados.
Opiniones divididas en el Parlamento
El activista recordó a esta agencia que existe una división de opiniones en el Parlamento, pues "ni la Nueva Mayoría (coalición gobernante) ni la oposición tienen hoy día claridad sobre la necesidad de firmar este acuerdo para Chile".
Los principales cuestionamientos se relacionan con las normas que regirán para la industria farmacéutica internacional, que encarecerían el precio de medicamentos esenciales, aunque también existe preocupación respecto al registro de semillas y alimentos que, según algunos congresistas, perjudicaría la producción local.
"No hay comparación con todas las otras leyes que se firman en Chile respecto a la participación de las organizaciones sociales o del Parlamento, ya que el TPP excluye a ambos actores y solo integra a los empresarios", criticó.
La concentración de este viernes frente al Palacio de La Moneda está convocada por el Colectivo Ecológico de Acción y apoyada por la plataforma Chile Mejor sin TPP.
Los países incluidos en el acuerdo son Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, Canadá y México.