El experto señala que no es suficiente con prestar especial atención al revisar el interior del aeropuerto. Hay que establecer varios puntos de control, y cuantos más sean, mejor.
"Al comparar el trabajo de los servicios de seguridad entre Europa e Israel, puedo decir que son algo diferentes. En Israel iniciamos el chequeo a la entrada del aeropuerto, mucho antes de que el infractor aparezca en el propio edificio".
En cuanto a las características alarmantes que pueden denunciar a un terrorista, se encuentran la apariencia y el comportamiento.
Según Assa, el terrorista nunca va a actuar espontáneamente. Necesita tiempo para planear todo, para reunir información, orientarse. Por eso, va a acudir a la escena del crimen con antelación. Incluso el día del atentado necesitará de unos minutos para los preparativos. Justo allí puede ser localizado, y no solo por los servicios, sino por las personas a su alrededor.
"Quisiera subrayar que cada persona puede observar algo sospechoso y llamar a la policía para inspeccionar al presunto infractor".
¿Y qué acciones se debe tomar cuando ya se ha producido la explosión?
Lo primero que hay que hacer es hallar un lugar para ocultarse de los disparos o de los efectos de la explosión, así como atender a los miembros de la familia y a los amigos que estén cerca. Lo mejor es irse abajo o esconderse en algún hueco, ya que existe el riesgo de que empiece otro ataque.
El coronel Amit Assa compartió su experiencia profesional con los lectores de Sputnik después de los ataques yihadistas en Bruselas el 22 de marzo. Dos explosiones en el aeropuerto Zaventem y un tercera en la estación de metro Maelbeek dejaron un saldo de 31 personas fallecidas y más de 200 heridas.