LA HABANA (Sputnik) — "Las negociaciones se realizan en un buen clima, las conversaciones no están paralizadas, no hay ningún impasse, de hecho ambas delegaciones están negociando a doble jornada, por la mañana y por la tarde", afirmó una fuente cercana a las conversaciones.
Las diferencias se centran en el proceso de desarme y la delimitación de las "zonas de concentración", donde se instalarían los insurgentes una vez firmado el acuerdo de paz.
El Gobierno de Juan Manuel Santos exige que los desmovilizados se concentren en zonas lejos de poblaciones civiles.
En esta rueda de conversaciones, los delegados recibieron las recomendaciones de una subcomisión técnica y se tomaron 21 días para negociar, cuando lo habitual es que cada ciclo dure 11 días, ya que "las expectativas son altas", explicó una fuente.
El líder insurgente Pablo Catatumbo descartó también este miércoles en La Habana que se anuncie un cese bilateral del fuego.
El Gobierno de Colombia y las FARC mantienen diálogos en La Habana desde noviembre de 2012 con el objetivo de lograr un armisticio que ponga fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia, el cual deja 7,8 de víctimas y más de 220.000 muertos, según reportes oficiales.