Según la investigación judicial, Sávchenko se encontraba el 17 de junio de 2014 en las posiciones del batallón Aidar en la provincia ucraniana de Lugansk, cumpliendo una misión de observación y de corrección del fuego de artillería que se abrió contra un puesto de milicianos, donde se encontraban también civiles y tres periodistas rusos, dos de los cuales, Ígor Korneliuk y Antón Voloshin, murieron a raíz del ataque.