Los pronósticos, basados en las tendencias internacionales, indican que "al final del primer semestre de 2016 ya habrá un incremento importante del precio, por una baja acumulada de la producción, debido a los contratos que se están suspendiendo", dijo con base en informes de las compañías de 2015 el investigador del Centro de Estudios de Energía, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Además, las estrategias de austeridad de las empresas para enfrentar los bajos precios, van a repercutir a mediano plazo, "existe confianza en los mercados que el precio del barril de petróleo se incremente a finales del año arriba de los 50 dólares", considera el académico.
Las repercusiones esperadas a mediano plazo, cuando se recuperen las economías de China, India y EEUU, incluyen un posible desabasto de productos energéticos en 2017, adelanta el investigador del programa sobre las cadenas de valor en la Reforma Energética de México, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Esa prospectiva "es un escenario prometedor para las petroleras que logren mantener sus niveles de producción, al contrario de lo que ocurre en México, donde retrocede la extracción de hidrocarburos", y este año 2016 bajará unos 300.000 barriles diarios, alrededor de 15% menos, según estimaciones del académico, tras un trabajo de campo en la cuenca petrolera del Golfo de México.
Así, las petroleras que logren mantener sus operaciones tendrán mayores utilidades en 2017, proyectó el experto.
Dos factores
En la proyección se conjugarán dos factores externos, contradictorios entre sí, para relanzar los precios, en el segundo semestre de 2016.
La razón de esa baja en los flujos de energéticos será consecuencia de los recortes en las inversiones en exploración y se reflejará en la producción mundial.
La disponibilidad de hidrocarburos sufrirá una inminente reducción por la cantidad de compañías en bancarrota, por ejemplo entre los productores de crudos no convencionales en EEUU.
Por ejemplo, hasta inicios del mes de marzo, 30 petroleras en EEUU recortaron gastos y 53 empresas presentaron solicitudes de declaración de quiebra en el trimestre pasado trimestre pasado presentado en diciembre, menciona el experto.
De las empresas que sufrieron un impacto fuerte, las productoras de de gas de rocas de esquistos son algunas de las de las 53 empresas que se declararon en quiebra; 16 de ellas son compañías de perforación y mantenimiento, explica el analista con base en los reportes de las empresas a los mercados.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, el impacto también se reflejará en recortes de la fuerza laboral.
Ese cabildeo es impulsado por países con alta dependencia de sus exportaciones petroleras, como Rusia, Arabia Saudita, Venezuela y otros productores de la península arábiga.
Este factor influirá "independientemente de si se suma o no Irán al pacto, porque durante los años de las sanciones económicas su cuota de mercado la ocuparon los Emiratos Árabes", prosigue el analista.
De la misma manera, Canadá ha comenzado a ocupar las posiciones de mercado que ha venido cediendo México por su caída de la producción, señala el académico.
"El acuerdo se plantea mantener la producción en los niveles de enero, pero en la práctica, lo que veremos en el mundo es que agravará el declive de los suministros internacionales", por la caída de las inversiones y las quiebras.
Sobre todo "será un año negro para los productores de crudos no convencionales, con elevados costos de producción (como el esquisto, las arenas bituminosas, y compañías expertas en aguas profundas), o sin niveles de producción eficientes, y otras razones corporativas, como elevado endeudamiento o pasivos laborales".