Obama afirmó conocer bien la comunidad cubanoestadounidense, y señaló que para ésta las diferencias con el Gobierno de la isla no eran "solamente políticas".
"Sé que para algunos cubanos en la isla puede tener sentido que aquellos que se fueron de alguna manera estaban apoyando el viejo orden en Cuba", afirmó.
Pero añadió que, para los cubanoestadounidenses, las diferencias con La Habana implican también "un tema de familia, del recuerdo del hogar perdido, del deseo de reconstruir un lazo que se perdió, del deseo de volver, de reconciliarse".
"Dejando fuera la política, la gente es la gente, los cubanos son cubanos", subrayó.
El mandatario estadounidense hizo un llamado a "la reconciliación del pueblo unido por la sangre".
"La historia de EEUU y Cuba ha incluido revolución, luchas y sacrificio, y ahora reconociliación, es hora de olvidarnos del pasado; dejemos el pasado, miremos al futuro… no va a ser fácil, pero mi presencia acá me da esperanza de que lo podemos hacer", indicó.
Obama concluyó su discurso en el Gran Teatro de La Habana, al que asistió su par cubano Raúl Castro, afirmando en español: "Sí se puede".
El jefe de la Casa Blanca concluye este martes su histórica visita a la isla caribeña.