El desmantelamiento de una célula terrorista podría incitar a actuar a otra, advirtió el ministro de Asuntos Interiores belga a la cadena Be RTL solo un día antes de los atentados que sacudieron Bruselas este 22 de marzo.
"La detención de Salah Abdeslam es un avance en la lucha antiterrorista, pero no resuelve el problema. La red del Estado Islámico —Daesh, en árabe, proscrito en Rusia y en otros países— todavía está activa en Europa, en Francia, en Bélgica", comentó Jan Jambon.
Por esta amenaza, el nivel de alerta nacional se mantuvo a nivel 3 de los 4 posibles tras la detención por los agentes belgas de Abdeslam, el principal sospechoso de haber organizado los atentados sangrientos en París en noviembre de 2015.
El 22 de marzo una serie de explosiones sacudió la capital belga. Los ataques, calificados de atentados por las autoridades del país, se produjeron en el aeropuerto metropolitano de Zaventem y en una estacion del metro de Bruselas. Las autoridades elevaron el nivel de alerta terrorista hasta 4 —el máximo del país europeo— y convocaron una reunión de emergencia.