El medicamento estimula las fuerzas del organismo para la lucha contra el cáncer. El tratamiento, que se basa en los anticuerpos monoclonales, bloquea la interacción de las proteínas PD-1 y PD-L1, la que hace que las células cancerosas se parezcan a las normales. Tras la neutralización de la PD-1, el organismo es capaz de detectar las células cancerosas y destruirlas. A diferencia de la quimioterapia, el tratamiento innovador no destruye el tejido sano.
Según las pruebas preclínicas, el medicamento ruso es más eficaz que el de Bristol-Myers Squibb. Ambos fármacos tienen el mismo perfil de seguridad, ya que tienen en su estructura solo los anticuerpos monoclonales humanos. En cuanto al tercer medicamento, también contiene la proteína de ratón, la que puede causar una respuesta inmunitaria, lo que significa la disminución de la eficacia del anticuerpo.