Según Rizhkov, el avión de los observadores rusos, un An-30B, seguirá una ruta acordada con Bulgaria, y un grupo de especialistas de este país controlará a bordo el uso de los equipos y el cumplimiento de las cláusulas del acuerdo.
Las misiones de este tipo, recordó, buscan contribuir a una mayor apertura y transparencia en las actividades militares de los países miembros del Tratado del Cielos Abiertos.
Se trata del octavo vuelo de observación que Rusia efectuará en lo que va de año sobre un país miembro del acuerdo.
Firmado el 24 de marzo de 1992 en Helsinki, el Tratado de Cielos Abiertos autoriza a los observadores militares a obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
El documento cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.