La IEA admitió desconocer el destino final de unos 800 mil barriles de crudo producidos diariamente a lo largo del año 2015. Según los reportes de la entidad, la sobreoferta mundial de crudo alcanzó unos 1.9 millones de barriles al día, entre ellos unos 770 mil barriles fueron almacenados y unos 300 quedaron en los oleoductos. Sin embargo, los 800 mil restantes no los encontraron por ninguna parte.
El problema se agravó en los últimos 3 meses, ya que la cantidad de barriles "perdidos" alcanzó el 1.1 millón, es decir, el 43% de la sobreoferta estimada.
La Oficina de Contabilidad del Gobierno de EEUU —una entidad independiente contratada por el Congreso del país norteamericano— examinó los nuevos datos y llegó a la conclusión de que "las limitaciones de estadística pueden introducir errores en los datos, pero el tamaño y el carácter de estos errores no está claro".
El destino de los "barriles perdidos" podría ejercer una gran influencia en los precios del crudo. Si se trata de un error de contabilidad, y el crudo en cuestión realmente existe y está almacenado en algún país —por ejemplo, en China—, la situación no cambiará, pero si estos barriles nunca existieron y la sobreoferta mundial resulta ser mucho menos grave, los precios del crudo podrían restablecerse rápidamente.