Cortar el flujo de migrantes a través del Egeo, de Turquía a Grecia, y luego al norte de Europa por la ruta balcánica contribuirá, en su opinión, a disminuir el número de refugiados que huyen de Siria.
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El pasado 7 de marzo, Turquía y los Veintiocho lograron un preacuerdo para aliviar la crisis migratoria en la región. El plan, pendiente de aprobación definitiva en la cumbre de Bruselas, prevé que la UE devuelva a Turquía a todos los inmigrantes en situación irregular que lleguen a las costas griegas.
A cambio, los Veintiocho se comprometerían a aceptar un refugiado sirio por cada inmigrante que retorne, acelerar la liberalización de los visados para nacionales turcos y las negociaciones sobre el ingreso de Turquía en el bloque europeo, así como el pago de 3.000 millones de euros adicionales para ayudar a Ankara a combatir la crisis migratoria.
Según datos de la agencia europea Frontex, 1,8 millones de migantes irregulares llegaron a la Unión Europea en 2015.
La frontera marítima griega con Turquía sirve de principal punto de cruce a la UE. Más de 870.000 inmigrantes llegaron a las islas griegas en 2015.