Con esta escultura, hecha de 40 toneladas de arena, la británica, Zara Gaze, quiso manifestar su rechazo al proceso de “gentrificación” —proceso de transformación urbana en que la población original de un barrio humilde es reubicada— puesto en marcha en frente de la estación de Brockley. Los brócolis que devora el gato es en referencia a un juego de palabras entre el vegetal y el nombre del barrio.
Someone's made a giant cat out of construction sand in south London https://t.co/Et7JWdnERD pic.twitter.com/mQi5JliJEJ
— Evening Standard (@standardnews) 15 марта 2016 г.
Según Gaze, la renovación del barrio hizo disparar los precios del alquiler en la zona que ya son casi inaccesibles para los ciudadanos como ella.
“Esto es un pequeño comentario sobre el problema expresado con el gato obeso que come los brócolis —que representa a Brockley—”, dijo la autora de escultura que unas horas más tarde fuera destruida.