BRUSELAS (Sputnik) — "¿Acaso Turquía combate eficazmente a Daesh? No. Hace el mínimo necesario para que la comunidad internacional, EEUU y la coalición anti-Daesh no le creen problemas en la lucha contra los kurdos porque Turquía, hay que decirlo abiertamente, prefiere Daesh a los kurdos", dijo Gursel.
Militares y diplomáticos rusos denunciaron en más de una ocasión que grupos terroristas en Siria reciben desde Turquía armas y combatientes, y que en el sentido opuesto se mueven a diario caravanas de camiones llenos de petróleo.
El titular ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, urgió el pasado 1 de marzo sellar la frontera entre Siria y Turquía para detener la ayuda a los terroristas desde el exterior.
Mientras, en las provincias turcas del sureste, pobladas mayoritariamente por los kurdos, no cesan los choques entre las fuerzas de seguridad y los militantes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía, EEUU y la UE como organización terrorista.
Según el Estado Mayor General del Ejército turco, más de 900 guerrilleros fueron eliminados desde que en julio pasado colapsó el armisticio respetado durante dos años.
El PKK, que luchó contra Ankara durante décadas, desmiente estas bajas y afirma que la operación causó la muerte de más de 150 civiles.
A principios de este mes, en Turquía cerraron las televisiones Kanaltürk y Bugün TV, los diarios Bugün Gazetesi y Millet Gazetesi y la emisora Kanaltürk Radyo que pertenecían al grupo privado Koza-Ipek.
Los administradores públicos explicaron el cierre por la difícil situación económica de los medios, que supuestamente generaban más pérdidas que ingresos.
El Gobierno de Ankara vincula el grupo Koza-Ipek, el diario Zaman y la agencia Cihan con el clérigo opositor turco Fethulá Gulen que actualmente reside en EEUU.