Lavrov señaló que Rusia conoce de "planes de injerencia militar que se debaten más o menos abiertamente, que se refieren entre otros, a la situación en Libia".
"Recordando cómo se desarrollaron los acontecimientos en 2011, cuando el Consejo de Seguridad también estudió este tema, el posible mandato para una operación contra los terroristas en Libia debe ser definido de modo unívoco, para evitar cualquier tipo de interpretaciones distorsionadas y pervertidas", subrayó el canciller ruso.
Desde entonces, en el escenario político libio se enfrentan las fuerzas liberales, apoyadas por el Ejército, y los partidos islámicos, respaldados por grupos de antiguos rebeldes.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Parlamento con sede en Tobruk, que fue elegido en los comicios generales, y que encabeza Abdulá al Tani, por una parte, y el Congreso General Nacional proislamista que lidera el primer ministro Omar al Hasi, por la otra.