El perro se alejó de su dueño al oler a tiempo una bolsa con un animal vivo debajo de la tierra y lo desenterró. El perro ignoró los gritos del dueño, que le llamaba a seguir el paseo, y se puso a cavar algo. Cuando sacó una bolsa de plástico debajo de la tierra, el hombre vio que dentro estaba un gato medio muerto.
“En seguida llevamos al animal al veterinario. En la clínica determinaron que el gatito es de raza británica y tiene alrededor de un año pero ahora se encuentra bien”, contó el dueño del perro Ígor. “No me puedo imaginar quién pudo haber hecho esto a una mascota”, añadió.
Al examinar el gato, los veterinarios dijeron que está sano, pero muy estresado. El primer chequeo no reveló ninguna anormalidad.
La policía de Riazán inició la búsqueda de los responsables de este acto de crueldad.