ANKARA (Sputnik) — Según la televisión NTV, la corte calificó de inadmisible la divulgación por las redes sociales de las imágenes de las víctimas y los vídeos que muestran el momento del ataque, una práctica judicial habitual para todos los atentados graves que ocurren en el país.
Un coche bomba, según datos preliminares, explotó la tarde del domingo en pleno centro de Ankara, en una parada de autobús situada a pocos metros de una oficina del primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu.
Es la tercera explosión importante que golpea la capital turca en los últimos cinco meses.
Un ataque perpetrado contra manifestantes cerca de la estación ferroviaria de Ankara y reivindicado por Daesh, el 10 de octubre de 2015, causó más de un centenar de muertos.
Cuatro meses después, el 17 de febrero, un ataque suicida con coche bomba que apuntaba contra autobuses militares mató a 29 personas e hirió a otras 81.