“El mundo nunca se había enfrentado a un problema de esta magnitud para eliminar materiales radiactivos líquidos”, señala el jefe del grupo ruso del proyecto, Serguéi Florya, especialista del Instituto adjunto de la empresa RosRAO, “Jlopin de Radio”.
Con el fin de eliminar las consecuencias perjudiciales, en Japón se construyó un gran número de tanques para almacenar residuos radiactivos líquidos, se cavaron zanjas para recoger las aguas subterráneas, se congeló el suelo para evitar la liberación de agua radiactiva en el mar. Sin embargo, la tecnología japonesa no fue suficiente para eliminar todas los efectos.
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En 2014, el gobierno japonés anunció un concurso internacional y asignó más de 9.5 millones de dólares al diseño más eficiente en procesar los residuos radiactivos líquidos. En el concurso participaron 29 empresas, de las que fueron preseleccionadas la empresa rusa RosRAO, la estadounidense Kurion Inc. y la empresa conjunta de EEUU y Japón GE Hitachi Nuclear Energy Canada Inc. Se estima que sus proyectos pilotos se presentarán a finales de marzo.
“Después de que nuestro instituto ganó la licitación internacional para la purificación del agua de tritio, hemos trabajado durante el 2015 para crear un equipo de muestra. Está diseñado para mostrar a los japoneses la eficacia de este proceso a escala industrial, lo que posteriormente ayudaría a resolver el problema de Japón en 5-6 años”, explicó Serguéi Florya.
La complejidad del proyecto de reciclaje de tritio acumulado radica precisamente en la escala, aseguró el experto. En el sitio de la central de Fukushima-1 se han acumulado más de 700 mil metros cúbicos de residuos radiactivos que contienen tritio.
El instituto ruso de Radio Jlopin cuenta con una experiencia grande en arreglar el problema de reciclaje de residuos de tritio. Por lo tanto, cuando ocurrió el accidente en la central de Fukushima-1, los empleados de la entidad mostraron su disponibilidad de ayudar, sabiendo que la tecnología rusa será demandada.
“Cuando los expertos de Japón llegaron a nuestro instituto, ante todo explicaron sus necesidades: un rendimiento de al menos 4 mil metros cúbicos de residuos al día. Hasta ahora, en el mundo no había sistemas semejantes de procesamiento de residuos de tritio”, informó el director del grupo.
El instituto ruso aceptó el desafío y se puso a trabajar para resolver este complejo problema. Ahora RosRAO está probando su equipo para limpiar el agua de la radiación. Si las pruebas muestran las características necesarias para los japoneses, el proyecto piloto servirá de base para crear una gran planta industrial. Además de las especificaciones técnicas, a la hora de elegir el proyecto se tomará en cuenta el precio de instalación. Rusia ofrece una tecnología que permite lograr el menor costo de operación.