Ambos expertos reiteraron que la posición del Banco es neutra y "nada de lo que digamos debe ser interpretado como una recomendación" a favor de la continuidad o la marcha de la UE.
El Brexit, según sostuvo Carney, tendrá "implicaciones a corto plazo" en la actividad empresarial y en la tasa de inflación, con un "lógico" desplazamiento de entidades bancarias y grandes corporaciones a otros países de la UE.
"Algunas instituciones ya están haciendo planes de contingencia para esta posibilidad (el Brexit); acarreará sin ninguna duda pérdidas en la City", dijo en referencia al centro financiero londinense.
La incertidumbre se mantendrá hasta que se defina la nueva relación con el resto de la UE, según señaló el gobernador del banco emisor.
De acuerdo con sir Jon, los salvaguardas logrados por Londres para los Estados sin moneda común son "bastante poderosos" en tanto que les asegura una vía de recurso contra medidas adoptadas en la eurozona.
Este veterano de negociaciones comunitarias y experto en estabilidad financiera cree que Reino Unido perderá el poder e influencia que disfruta en la UE si opta por la escisión.
"No somos dictadores, pero tenemos una apreciable influencia y no es probable que podamos permanecer dentro del mercado común e influir en sus normas desde fuera de la UE", argumentó el vicegobernador del Banco de Inglaterra.