MOSCÚ (Sputnik) — Las maniobras conjuntas de EEUU y Corea del Sur, que empezaron el 7 de marzo, no tienen precedentes en cuanto a la envergadura, el número y los tipos de armas implicadas, así como la clase de operaciones simuladas, señaló la Canciillería rusa al reafirmar su "actitud negativa hacia semejantes formas de presión política y militar sobre Pyongyang".
"Pyongyang debe ser consciente de que así se contrapone definitivamente a la comunidad internacional, dando motivos legales para usar en su contra la fuerza militar de conformidad con el derecho de defensa legítima refrendado en la Carta de la ONU", destacó la Cancillería.
El incremento de tensión en la península de Corea, según el ente, "provoca una creciente preocupación".
Moscú "llama a todas las partes a mostrar prudencia y dominio de sí y no permitir que la situación alcance un límite, después del cual pueda empezar la propagación incontrolada del conflicto en la península", indica el comunicado de Exteriores.
Más de 15.000 militares de EEUU y 300.000 surcoreanos participarán en estos ejercicios que, según el Comité de Defensa norcoreano, tienen como objetivo atacar a la cúpula gobernante de Corea del Norte y colapsar su sistema social.
Se prevé que durante las maniobras EEUU emplazará en la península coreana bombarderos B-2 y otro armamento estratégico.
El 6 de enero Corea del Norte realizó su cuarta prueba nuclear y el 7 de febrero lanzó un cohete con un satélite que algunos expertos calificaron como 'pretexto' para ensayar un misil balístico intercontinental.
Tema: Corea del Norte lanza un desafío nuclear
El 2 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó las sanciones más duras de las últimas dos décadas contra la nación asiática que prohíben el envío de combustible para aviones y misiles y vetan las entregas de todo tipo de armas.