CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — "Los asesinos entraron a la casa disparando a matar, creyeron que mi hermano estaba muerto, porque sangraba de la cabeza por una bala que lo hirió en la oreja y lo abandonaron", dijo Oscar Castro Soto, también activista social, expresidente del Observatorio Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas (2011-2014).
Gustavo Castro Soto, sociólogo mexicano, resultó herido durante el asesinato de Berta Cáceres. pic.twitter.com/BfOF5L9IjC
— EL INFORMANTE (@ElInformanteMX) 3 марта 2016 г.
El sobreviviente es un sociólogo exjesuita de 52 años, autor del libro 'Las Aguas Negras de la Coca Cola', quien había llegado desde México para ofrecer cursos de capacitación ecológica al movimiento dirigido por Cáceres, quien había recibido en Washington el prestigioso premio Goldman por la defensa de ambiente en abril de 2015.
Hace una semana —prosigue el testimonio-, la comunidad del grupo indígena lenca en Guise (departamento hondureño de Intibucá), afectada por las obras, "fue desalojada violentamente y cuatro pobladores fueron asesinados", en el suroeste del país centroamericano, enclavado frente al mar Caribe.
Cáceres y Castro Soto preparaban una reunión del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), para proteger los ríos Blanco y Gualcarque, en una rica reserva de recursos naturales habitada por comunidades autóctonas hondureñas, blanco de un gran proyecto hidroeléctrico y minero.
Codicia por recursos naturales
Esos ríos en el suroeste de Honduras han sido afectados por la empresa hidroeléctrica Desa, que construye una represa con financiamiento internacional, desvía los ríos y deja sin agua a las comunidades de la etnia lenca, explicó Castro Soto.
En abril de 2015, la dirigente indígena hondureña, que debía estar bajo protección de medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo cual generó una protesta del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció al recibir el premio Goldman: "Me siguen, me amenazan con matarme, con secuestrarme, amenazan a mi familia, esto es a lo que nos enfrentamos".
Según comentó Oscar Castro Soto, la gente de la comunidad en Intibucá se movilizó tras el mortal atentado: "acompañaron a mi hermano, lo han tenido todo el día en la Fiscalía de DDHH de Honduras, acompañado de abogados del COPINH", (Coordinadora General del Concejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras).
"Gustavo está consciente, había llegado hace diez días a Honduras, la Cancillería de México ha recibido una nota de las ONG y los familiares", relató.
"La familia ya hemos hablado con él, sabíamos de su trabajo contra las minas, el cambio climático, los monocultivos y megaproyectos que dañan a las comunidades originarias", dijo el experto y académico en temas de migración y trata de personas, exdirector del Instituto de DDHH Ignacio Ellacuría, en la jesuita Universidad Iberoamericana.
El Gobierno de México giró instrucciones a la Embajada, que despachó a un cónsul quien se presentó a la Fiscalía de Derechos Indígenas, donde el sobreviviente declaró como testigo protegido, con protección del Gobierno de Honduras, puntualizó Castro Soto.
El ambientalista herido es director y fundador de Organización Otros Mundos Chiapas/Amigos de La Tierra México Otros Mundos, A. C. de defensa de las comunidades indígenas de Chiapas, fronteriza con Guatemala, y dirigente fundador de la Red Latinoamericana contra las Presas y por los Ríos, sus Comunidades y el Agua (Redlar).