Al analizar 13 diferentes marcas de cigarrillos electrónicos comercializados en China, científicos de la Universidad descubrieron un alto nivel de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), unos subproductos de la refinación del petróleo, que contienen productos químicos altamente cancerígenos tales como el benzopireno. En la composición de los HAP también fueron encontrados otros productos químicos que promueven el crecimiento de las células cancerosas.
Altos niveles de polibromodifenil éteres (PBDE), un retardador de llama utilizado ampliamente en muebles y productos electrónicos, fueron detectados en todas las 13 marcas analizadas. Los PBDE interfieren en la acción de la hormona de la glándula tiroides y pueden causar problemas en el desarrollo reproductivo.
Aunado a esto, en los empaques de los cigarrillos electrónicos se informaba de que no contenían nicotina o no la mencionaban. Sin embargo, dicha sustancia fue encontrada en niveles significativos en todas las marcas.