CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — González Iñárritu, 52 años, dijo que el triunfo no habría sido posible sin los otros dos colegas galardonados, como mejor director de fotografía, su compatriota Emmanuel Lubezki, y como mejor actor, Leonardo DiCaprio, en su quinta nominación.
El director agradeció el esfuerzo de todo el equipo que superó constantes problemas financieros y logísticos en las filmaciones en las Montañas Rocosas de Canadá y la remota Ushuaia en la Patagonia Argentina.
“La idea era hacer una pintura sónica, una pintura que te pudieras meter, y creo que es ahí, cuando hay pocas palabras, es donde finalmente hay una posibilidad que el cine hable en su mejor lenguaje, que es a través de la imagen y el sonido”, dijo el director que ha ganado por segunda vez consecutiva una estatuilla de Hollywood, luego de triunfar con Birdman, un drama sobre el personaje de historietas.
“Soy un eterno aprendiz”, aseguró el doble ganador del Oscar al mejor director, en entrevista, al recorrer su camino desde Amores Perros (2000).
Iñárritu relató que mantiene una esencia personal en su trabajo a pesar del paso del tiempo y de las experiencias aprendidas: “Una película, como director, siempre es una extensión de ti mismo; no importa lo que hagas: es un reflejo, es una radiografía de cada elemento que escoges, de los cientos de objetos, elementos, decisiones, todo”, dijo.
En la recepción del Oscar dijo que nuestra generación tiene una gran oportunidad: “liberarnos de todos los prejuicios, de ese pensamiento tribal, y estar seguros, de una vez para siempre, de que el color de nuestra piel se convierte en algo tan irrelevante como la largura de nuestro cabello".
John Ford y Joseph L. Mankiewicz, son los únicos directores que habían ganado un Oscar al mejor director en años consecutivos.