GINEBRA (SUIZA) (Sputnik) — La ampliación de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, donde residen cerca de 500.000 israelíes, actúa como el principal factor irritante en las relaciones entre Israel y la comunidad internacional y una de las principales trabas para el logro de la paz entre Israel y los palestinos, que perciben esta política como la intención del Estado judío de fortalecer su presencia en los territorios ocupados.
"Exhorto a todos los países a boicotear los asentamientos y su producción y también anunciar la posibilidad de imponer sanciones económicas y comerciales contra el Estado ocupante", dijo Al Maliki al intervenir en Ginebra en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
11 de noviembre 2015, 17:41 GMT
El canciller también pidió a los Estados impedir la entrada en sus territorios "de los colonos israelíes ilegítimos" y al Consejo de Seguridad de la ONU, emitir una resolución contra los asentamientos judíos que, a su juicio, "obstaculizan el logro de la paz y de la solución del problema palestino-israelí".
Al Maliki expresó apoyo a la iniciativa de Francia que propuso convocar una conferencia internacional para debatir el problema de Oriente Próximo.
También reiteró que los palestinos están decididos a defender sus derechos con medios pacíficos solamente.
"Confirmamos nuestro apego a los métodos pacíficos –el político, el diplomático y el jurídico– de realización de los derechos inalienables del pueblo palestino", recalcó.
