MOSCÚ (Sputnik) — "No tengo ningún plan B", dijo Merkel entrevistada por la cadena de televisión pública ARD el pasado domingo.
Y añadió: "Me he propuesto no prometer nada que vaya a durar tres semanas".
La canciller federal reconoció que la llegada de los migrantes y refugiados al país fue motivo de "polarización".
Según una encuesta de Infratest a comienzos de enero, solo el 38 por ciento respalda la gestión del Gobierno, mientras que hasta un 61 por ciento de los encuestados se mostró "poco o nada contento" con el Ejecutivo de Merkel.
Preguntada por la pérdida de confianza hacia el Gobierno, Merkel contestó: "Lo comprendo".
"Estamos en el camino, pero aún tenemos que dar varios pasos", agregó al precisar que el Gobierno busca "reducir la cifra de refugiados".
En 2015, Alemania recibió 1,1 millones de refugiados.
Según datos de la agencia Frontex, más de 1,83 millones de migrantes entraron en la UE en 2015 de forma ilegal.
La Comisión Europea calificó la actual crisis migratoria como la peor desde la Segunda Guerra Mundial.