De acuerdo con el medio de comunicación Discover, los médicos han estudiado a dos casos de "Witzelsucht", cuyos enfermos mostraban una etiología y un transcurso diferente del trastorno.
El primer paciente era un hombre de 69 años que durante cinco años experimentó ansias permanentes de hacer bromas. Inclusivo llegaba a despertar a su esposa por la noche para contarle una nueva.
Otro paciente, un hombre de 57 años, pasó varios años haciendo bromas de manera permanente.
Luego de algunos años, el estado de salud empeoró llegando a mostrar signos de la enfermedad de Parkinson, a raíz de que murió. La autopsia de su cuerpo reveló la destrucción y atrofia de su corteza cerebral.
Basándose en el estudio de ambos casos los investigadores estadounidenses subrayan que la gente que padece de "Witzelsucht", al que vinculan con el fallo de lazos neuronales entre el lóbulo frontal y las estructuras subcutáneas del cerebro, suele contar bromas muy ridículas mientras falla en apreciar el buen humor de los demás.