Energy XXI Ltd. y SandRidge Energy Inc., son dos grandes productoras de petróleo y gas no convencional en EEUU cuya deuda conjunta alcanza los 7.600 millones de dólares, informa la agencia Bloomberg.
A menos que estas compañías no paguen las tasas de interés derivadas de sus obligaciones o no lleguen a un acuerdo con los acreedores, ambas pueden quebrar a mediados de marzo, aseguran los expertos.
Si las empresas se declaran en bancarrota, sería el caso de quiebra más grande desde que el precio del oro negro tocará fondo en 2015.
De acuerdo con la agencia de calificación Moody's, hoy en día las compañías estadounidenses corren el mayor riesgo de colapsar a raíz de sus deudas desde el punto más álgido de la crisis financiera en 2008.
A este respecto, el investigador supremo de "Versa Capital Management" comentó que las empresas estadounidenses “están afrontando la nueva ola de bancarrotas en la esfera energética”.
Una de las más grandes compañías energéticas de EEUU, Chesapeake Energy tuvo que negar rumores sobre una posible bancarrota y sobre el deseo de recurrir al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.