PEKÍN (Sputnik)- Canberra no citó directamente a China como la causante del aumento presupuestario, pero dijo que debería ser más transparente en sus intenciones y aclaró que la construcción de islas artificiales tendrá un "gran impacto" en la estabilidad de la zona.
La partida militar subirá de los 32,4 mil millones de dólares en 2016 a los 58,7 mil millones de dólares en 2025, según los datos oficiales.
Australia también reclutará a 5.000 nuevos soldados.
El primer ministro, Malcolm Turnbull, ha justificado la partida por la necesidad de disponer de una Armada que pueda afrontar con garantías los nuevos retos.
"Somos una potencia marítima, somos una nación isleña (…) Operamos en una región con rutas marítimas y libertad del acceso de navegación, donde los activos marítimos en un sentido naval están aumentando, tanto los submarinos como los barcos", dijo Turnbull en la presentación del Libro Blanco.
Éste es el primer presupuesto aprobado desde que China empezó a construir islas artificiales en un área clave para los intereses comerciales de Australia y cumple con el compromiso firmado con Estados Unidos de compartir las responsabilidades de Defensa en el área del Asia Pacífico.
"Aunque es normal que las nuevas potencias busquen mayor influencia, también tienen la responsabilidad de contribuir a la estabilidad, seguridad y prosperidad global", señala el documento oficial, que pide a Pekín "más transparencia en sus estrategias de Defensa".
Australia se encuentra en una posición incómoda en la pugna que dirimen en la zona Estados Unidos y China, ya que tiene un acuerdo de Defensa con la primera y es el mayor socio comercial de la segunda.
El 60 por ciento del comercio marítimo australiano pasa por el mar del Sur de China, cuyas aguas reclama en su práctica totalidad Pekín.
El Ministerio de Exteriores chino calificó el documento oficial de "negativo" y expresó su insatisfacción.
El área de Asia Pacifico, donde China y EEUU se juegan el liderazgo global, vive en los últimos años una carrera armamentística desbocada.
Australia se convirtió el pasado año en el quinto comprador de armas del mundo, según el Instituto de Investigación por la Paz (SIPRI) de Estocolmo.
El documento oficial también cita la necesidad de defenderse contra los miles de ciberataques que recibió el país el pasado año y la amenaza terrorista de grupos islamistas.