RÍO DE JANEIRO (BRASIL) (Sputnik) — Basándose en las fotografías aportadas por el Instituto Brasileño de Medioambiente (IBAMA) y las fotografías de los satélites de la agencia espacial norteamericana NASA, el organismo que gestiona la peor catástrofe ecológica en la historia de Brasil detectó el pasado día 14 de febrero que la mancha de lodo tóxico podría haber alcanzado la localidad de Presidente Kennedy, en la divisoria entre los estados de Espíritu Santo y Río de Janeiro.
Al parecer, una ramificación de la mancha podría haber estado fluctuando entre los días 5 y 15 de febrero en esta región del norte del estado de Río de Janeiro, a unos 300 kilómetros de la desembocadura del río Doce en el municipio de Linhares en Espíritu Santo, sin embargo, en la toma más reciente del pasado día 16 de febrero la misma pareció retroceder a la altura de Vitoria, capital del estado de Espíritu Santo.
A pesar de que la distancia hasta la ciudad de Río de Janeiro todavía sería de unos 350 kilómetros, los datos aportados por los satélites apuntan a la gran capacidad de dispersión de la mancha en los momentos de mayor actividad de las corrientes norte-sur en el litoral brasileño por lo que no se podría descartar la eventual llegada de alguna ramificación del vertido en las próximas semanas.
Precisamente, este mismo lunes la Justicia Federal brasileña determinó el bloqueo de 500 millones de reales (126 millones de dólares) de la minera Samarco para asegurar la puesta en marcha de las medidas de recuperación del medio ambiente en el municipio de Barra Longa, uno de los más afectados por una catástrofe que más allá de los daños ambientales segó la vida de 17 personas y afectó a centenares de comunidades a lo largo de los 600 kilómetros destruidos del río Doce.