El congelamiento "se pacta sobre una producción que ya está en niveles récord, y solo Irán prevé agregar unos 500.000 barriles diarios a la oferta exportable, por lo que no habrá impacto físico sobre el mercado", advirtió otro especialista, Kenneth Ramírez.
Según estos expertos, esa es la razón por la cual los precios se movieron levemente tras el acuerdo inicial logrado el martes en Doha entre Rusia, Arabia Saudí, Catar y Venezuela, acompañado luego por Argelia, Ecuador y Nigeria, socios de la OPEP, y por Omán, que no pertenece al bloque, y "bienvenido" este miércoles por Irán, que también pertenece a la organización.
También significa "que el mercado tiene dudas sobre la efectividad de ese acuerdo", señaló por su parte Elie Habalián, exgobernador de Venezuela ante la OPEP.
"El congelamiento puede verse como un gesto de confianza, de acercamiento de Rusia y Arabia Saudí hacia las posiciones de productores afectados, pero el mercado queda igual de sobreabastecido", recalcó Ramírez, docente de la caraqueña Universidad Central y presidente del privado Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales.
Frente a una demanda de unos 93 millones de barriles diarios, según cifras de la OPEP, hay una oferta cercana a los 95 millones de unidades, y los países consumidores han acumulado grandes inventarios.
En los últimos 15 meses, dijo Quiroz, los 13 socios de la OPEP han dejado de percibir más de 800.000 millones de dólares en comparación con los precios de 2014.
Los precios, sostuvo Ramírez, "posiblemente se recuperarán hasta un nivel cercano a los 40 dólares por barril, como habían previsto firmas de economistas antes del acuerdo de Doha, que no implica impacto físico sobre el mercado".
Según el acuerdo de Doha, el grupo monitoreará y examinará sus resultados en un plazo de cuatro meses.