
El jueves pasado un grupo de científicos anunció en Washington que detectaron las ondas gravitacionales el 14 de septiembre de 2015 gracias a los detectores del LIGO.
"De momento el LIGO ocupa todo nuestro tiempo: estamos preparándonos para un nuevo paso que tendrá lugar en agosto de 2016", dijo Klimenko, que explicó que los investigadores planean triplicar la sensibilidad del detector.
Según Klimenko, los científicos esperan que el LIGO registre al año cientos de apariciones de estas ondas provenientes de diferentes fuentes y pronosticó que los científicos tendrán mucho trabajo en los próximos cinco años.
El descubrimiento de las ondas gravitacionales, continuó, posibilita a científicos registrar señales desde agujeros negros que no eran detectables antes.
"Esto nos da conocimientos totalmente nuevos del universo —de cómo se formó y evolucionó- y crea una nueva forma de astronomía: el estudio del universo con la ayuda de las ondas gravitacionales", mencionó el científico.
A juicio de Klimenko, "la humanidad adquirió un sentido adicional: aprendió no solo a ver, sino a escuchar al universo y es lo que se hará durante las futuras décadas".
Las ondas gravitacionales son ondulaciones del espacio-tiempo que se forman a causa de enormes impactos en el espacio. Hace 100 años Albert Einstein predijo la existencia de estas ondas en su teoría general de la relatividad.