El 14 de febrero de cada año, las parejas enamoradas expresan mutuamente sus sentimientos, su amor y cariño. La celebración se hizo particularmente popular en los países anglosajones, y de allí se expandió a otras partes del mundo. En algunos lugares se conoce como el día de los enamorados o día del amor y la amistad. Sin dudas, todos conocen a San Valentín, una figura ya mítica.
Valentín desafió a Claudio II, considerando el decreto injusto, y empezó a celebrar los matrimonios de los jóvenes enamorados en secreto. De allí se inició el antagonismo entre ambos, que al final conllevó a la ejecución del sacerdote.
Antes de ser ejecutado, Valentín conoció a la hija del oficial Asterius, encargado de su encarcelación. La niña Julia era ciega. Valentín no sólo le devolvió la habilidad de ver sino que se enamoró de ella. Desde la prisión le envió una carta de despedida, que concluía con "De tu Valentín".
Hoy en día, San Valentín se considera el patrón de los enamorados. En la historia podemos ver el inicio de las cartas que luego se convirtieron en tarjetas, hoy en día conocidos como "valentines".
El comercio relacionado con el 14 de febrero es más antiguo de lo que uno pueda creer. Para los primeros años del siglo XVIII, la tradición de enviar cartas a su pareja estaba tan establecida que en Londres se publicó un libro de la "colección completa" de los poemas para el Día de San Valentín. El volumen contaba con poemas apropiadas para todo tipo de escritores y destinatarios.
En el siglo XIX, la costumbre de intercambiar "valentines" llevó a las promociones en los periódicos estadounidenses. En los anuncios, se mencionan las "prácticas más comunes" de cómo pasar el día. Desde entonces, el 14 de febrero empezó a hacerse popular en el país norteamericano.
La celebración seguía comercializándose, las empresas pusieron la producción a todo plan mientras que las parejas se convencieron de la necesidad de los regalos.
Al mismo tiempo, aparecieron las primeras quejas sobre el Día de San Valentín. En 1847, surgió un artículo en el diario New York Daily Tribune en el que se lamentaba la pérdida del "amor anticuado y no comprado".
"Hubo tiempos en los que el Día de San Valentín significaba algo. Era un negocio entre verdaderos enamorados y había dulzura bajo su disfraz delicado y tímido. Eso se perdió hace mucho tiempo. Ahora sólo es una burla", menciona el artículo.
Con los años, las cantidades de cartas, tarjetas, fabricantes y mercancías han aumentado y la celebración se percibe como un gran negocio. Uno de sus nombres alternativos es la "fiesta de Hallmark". El término es conocido entre los estadounidenses y denomina a lo beneficioso de la celebración para los fabricantes.
Según las encuestas de los EEUU, el 14 de febrero de este año, los ciudadanos del país quieren consentir a sus parejas con una variedad de regalos. Los consumidores gastan unos 150 dólares en flores, joyas, dulces, restaurantes, entre otros. La suma supera a los 145 dólares del año pasado.
El comercio de San Valentín sigue expandiéndose. Y si uno se preocupa por todos los gastos del día y lamenta los sentimientos forzados, al menos se puede tranquilizar al saber que todos los dulces, flores, restaurantes y otros regalos ya son otra antigua tradición con la que se debe cumplir.