"Los Estados occidentales liberales se dedican a criminalizar las declaraciones que califican de incitación a la violencia y hostilidad, pero rechazan apoyar la prohibición jurídica internacional de la propaganda de guerra", dijo Kearney, en la conferencia sobre la libertad de los medios y la propaganda de guerra.
"A menudo argumentan, para justificar su postura, que no tienen los recursos necesarios para determinar la propaganda, no hay recursos para definir el término guerra y, como consecuencia, la obligación de prohibir la propaganda de guerra violará las bases de la libertad de expresión", agregó.
Kearney recordó que la estructura del reglamento sobre la libertad de expresión en las convenciones internacionales tiene sus peculiaridades.
"Hablo de la Convención Europea de Derechos Humanos que reza que tenemos derecho de expresar nuestra opinión, y al mismo tiempo existen ciertas restricciones y los Estados pueden imponerlas", concluyó.