"Los hechos son sumamente lamentables y dolorosos para todo el estado de Nuevo León", afirmó al agregar que "estamos viviendo una tragedia derivada de la situación tan difícil que se encuentran los centros penitenciarios".
Dos reos encarcelados por delitos del crimen organizado, uno de ellos vinculado al cartel narcotraficante de Los Zetas, encabezaron la riña en una disputa por el control del penal desde que llegaron hace dos meses al penal, dijo el gobernador.
Los internos que encabezaron el motín fueron trasladados hace dos meses a Monterrey, desde el penal de Reynosa, Tamaulipas (noreste frente al Golfo de México) debido a que "las nuevas leyes obligan a que los reos estén cerca de sus familias", dijo Rodríguez, un líder opositor independiente apodado "El Bronco", que asumió el cargo a finales de diciembre de 2015.
En la riña, que duró menos de una hora, los internos utilizaron armas punzocortantes, bates y palos, sin armas de fuego, dijo el gobernador en entrevista exclusiva con Radio Imagen, después de la conferencia de prensa en la que no se aceptaron preguntas.
"Todos los muertos son internos", no hay custodios entre las víctimas mortales, enfatizó el Gobernador, al descartar versiones preliminares que indicaban que algunos guardias murieron.
Unidades del Ejército y la Marina fueron desplazados a controlar el penal, que tiene una sobrepoblación de 100 por cierto, la mayoría con reos por delitos federales, de crimen organizado y narcotráfico.
Una de las causas de la saturación es que tiene más de 70 años de existencia.
La tragedia ocurre un día antes de la llegada del Papa Francisco a México en una visita que se prolongará hasta el 17 de febrero, en la cual tiene programada visitar la prisión estatal de Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua (norte), y presenciar la liberación de 50 internos.
