Los "niños de la guerra" es una categoría particular de la población rusa, que aún no tiene una definición precisa. Varios proyectos de ley sobre "los niños de la guerra" los definen como "ciudadanos de la Federación Rusa y de las antiguas repúblicas soviéticas, que nacieron entre el 22 de junio de 1928 y el 3 de septiembre de 1945 domiciliados en los territorios de la Unión Soviética".
La idea de ayudar a este sector apareció varias veces en las declaraciones del líder del Partido Comunista de Rusia (KPRF, en sus siglas en ruso), Guennadi Ziugánov.
"Le instamos a elaborar con patrocinadores potenciales un proyecto de donaciones en favor de los niños de guerra, incluso en forma de dinero, proveniente de la venta de los yates de lujo", reza la petición a Medvédev.
Los diputados hacen referencia a medios de comunicación especializados, en los que se afirma que Rusia ocupa el primer lugar en el mundo en cantidad de superyates.
"Los ciudadanos rusos poseen 18 yates de los 101 que hay a nivel mundial, y hasta han sobrepasado a los estadounidenses y saudíes. Si una superyate costará 80 millones de dólares, ese dinero sería suficiente para financiar las pensiones a los niños. Sin embargo, su precio incluso supera los 80 millones dólares", escribieron los diputados.
Óbujov llama a todos los grupos parlamentarios de la Duma Estatal, la cámara baja del parlamento ruso, a apoyar la iniciativa y pensar en otros modos de combatir la desigualdad social, lo que repetidamente subraya en sus discursos Vladímir Putin.
El pasado enero, la cámara baja rechazó una vez más el proyecto de ley sobre la ayuda social para los niños de guerra. El plan de los comunistas proporcionaba una serie de beneficios: pagos mensuales, viajes gratis, exámenes médicos anuales, entre otros. Según la prefactibilidad del proyecto, se necesitaban 109 mil millones de rublos al año. Motivado al actual problema presupuestario, los comunistas propusieron recurrir a fuentes de financiación más creativas.
