"Hacemos de los polvos un líquido que recuerda a ciertas temperaturas la consistencia de una crema agria, algo que ya constituye una materia prima apropiada para las impresoras 3D", afirmó al diario el candidato a doctor en ciencias técnicas, Vladímir Promájov.
El científico aseguró que la impresora con que cuentan es la única en el mundo capaz de imprimir cerámica de ese tipo, de diferente configuración y con una precisión de hasta varias décimas de un micrómetro.
El aporte de los científicos siberianos consiste en producir polvos especiales de cerámica que desencadenan una síntesis al ser expuestos a altas temperaturas.
La cerámica es un material altamente preciado en la energética y la electrónica, la construcción de maquinarias y la industria química, además cada día aumenta su uso en la esfera de la Defensa.