"En la actualidad se han conformado una especie de eslabones débiles, los grupos sociales a los que los representantes de las organizaciones terroristas internacionales dedican mayor atención; apuestan por la joven generación, estudiantes, militares y miembros de los órganos del orden público", afirmó durante la IX conferencia del Centro Antiterrorista de la CEI.
Según Nóvikov, los reclutamientos en las cárceles se han tornado habituales.
"La tarea prevenir la radicalización religiosa y el trabajo de rehabilitación con las personas que cumplen penas exigen especial atención de las fuerzas del orden", subrayó.
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Además, el director del Centro Antiterrorista destacó la preocupante tendencia de conjunción de las bandas criminales organizadas y los radicales religiosos.