Un satélite de la ESA, Proba-V, captó unas imágenes que confirman la desaparición completa del lago salado Poopó, que cubría una superficie de 3.191 kilómetros cuadrados y era uno de los más grandes lagos bolivianos, después del famoso Titicaca.
Las extracciones de agua del lago para minería y agricultura, la sequía provocada por el calentamiento del Océano Pacífico a causa del fenómeno de El Niño, y el cambio climático son las causas principales de la desaparición del lago, indicó la ESA en su comunicado.
Su evaporación oficial se declaró en diciembre. Aunque no es la primera vez que el lago Poopó se evapora —la última fue en 1994—, existe el temor de que esta vez tarde muchos años en rellenarse. El Gobierno boliviano estima que será necesaria una inversión de 800 millones de bolivianos —unos 114 millones de dólares— para salvar el Poopó.
"Mientras tanto, los pescadores locales se han quedado sin sustento y el ecosistema del lago se muestra enormemente vulnerable", afirma la ESA.
El Poopó, de una longitud de 84 kilómetros, era una parada de descanso para las aves que emigran de norte a sur y también una fuente de agua para las especies altamente amenazadas como el puma andino.